Propuestas eje para una nueva constitución.
El futuro es digital.
Por el acceso al Espacio Digital como un Espacio Público
Las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) son un gran avance que nos ha permitido, entre otras cosas, informarnos y hacernos parte del debate público, trabajar y estudiar, y relacionarnos con otros de forma más fácil.
Durante esta dolorosa pandemia, el espacio digital se volvió para muchxs de nosotrxs el medio mediante el cual estudiamos y trabajamos, y también nos entretuvimos durante estos meses de confinamiento. Pero esto fue así sólo para algunxs. Hoy hay una importante brecha en el acceso a Internet, que se expresa sobre todo entre las zonas rurales y urbanas, la población mayor frente a la joven, y según diferencias socio-económicas.
Proponemos que el acceso al espacio digital esté garantizado por la Constitución: internet para todxs para que podamos desarrollarnos libremente en la extensión digital del espacio público.
El futuro es feminista.
Por un Chile con igualdad de género y sin discriminación.
A pesar de haber experimentado algunos avances respecto a la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, es evidente que aún queda mucho para poder hablar de una igualdad entre hombres y mujeres en nuestro país. Lograrlo depende del compromiso que tengamos todxs nosotrxs con este objetivo y de la capacidad que tengamos para enfrentar los desafíos que conlleva esta finalidad.
Creemos que el feminismo debe ser el pilar principal en la construcción de un nuevo Estado, un Estado inclusivo. Para esto, es necesario impulsar que todas las personas, comunidades y grupos, sobre todo los más vulnerables, puedan jugar un rol activo en su propio desarrollo. Hoy existe un evidente porcentaje favorable a los hombres en cargos de poder y decisión, resolviendo diversas temáticas, muchas de ellas que afectan directamente a las mujeres.
Proponemos que exista paridad en todos los órganos del Estado. Este es el primer paso para resolver la desigualdad de género, entendiendo que el 51% de la población también pueden y deben participar, opinar, estar en posiciones de toma de decisión. Así, las mujeres podremos aportar con otras visiones a las discusiones. Visiones con foco en los cuidados, en resolver las desigualdades y con una perspectiva feminista. Creemos que el desarrollo del país debe ser sostenible, pero no se logrará sin igualdad de género. Nuestros objetivos no se alcanzarán si la igualdad de género no está presente de manera explícita y transversal.
El futuro es verde.
Por un nuevo Modelo de Desarrollo redistributivo y sustentable
La depredación de nuestros recursos naturales no está pensada para el crecimiento de nuestro país ni menos aún de todos sus habitantes. Debemos revertir este modelo que no es de desarrollo, sino de enriquecimiento de pocos, que destruye ecosistemas naturales, entornos sociales y se enfrenta con pueblos originarios.
Necesitamos un Nuevo Modelo de Desarrollo donde la riqueza no chorree, sino que se redistribuya; donde los privados inviertan, pero de la mano del Estado; uno en que el medioambiente sea parte integral de nuestro crecimiento.
Nuestra nueva Constitución debe darle al Estado un rol emprendedor, donde participe, oriente y regule la economía, poniéndola al servicio de las personas y no del dinero. Que cree empleo digno para nuevas tecnologías; con energías renovables como motor de un país sustentable; capaz de entregarle un país verde a las generaciones que vienen.
El futuro es de cuidados.
El cuidado es esencial para la dignidad. Sin embargo, lo que debiese ser un derecho se esconde tras “actos de amor” que casi siempre vienen de nosotras o de la capacidad de pago de quien los necesita. No podemos seguir cargando en las espaldas de mujeres, ni en el bolsillo de cada persona, el derecho a ser cuidado y tenemos la oportunidad de revertirlo.
Hoy existe un proceso mundial con impacto local: la automatización del trabajo. Cada vez vemos menos cajeras o vendedores porque sus funciones las asumen máquinas. Este proceso deja mayores ganancias que podrían ser aprovechadas por tod@s y no solo por unos pocos.
Con ello podríamos financiar un Sistema Nacional de Cuidados, que garantice el derecho constitucional al cuidado. Así, las personas que queden cesantes por la automatización puedan ser capacitadas para ello; así, los cuidados dejarán de depender del amor y la dignidad de las personas dejará de depender del dinero.
El futuro es diverso.
Desde esta candidatura creemos en la diversidad como forma y fondo, en el valor de la diferencia para la construcción de un Chile que nos contemple a todos y todas como parte de la sociedad. Un país que nos permita ser, sentir y actuar libremente en torno a nuestras identidades individuales sin exigir cambios de nuestra esencia para superar la segregación.
La forma en que hoy entendemos la inclusión supone un problema fundamental, entiende que existe sola forma de ser aceptable o normal y supedita a las diversidad de cada persona a adecuarse a ese molde ¿Quiénes deciden qué es lo aceptable y lo que no?
La verdadera forma de incluir al otro o la otra es incorporar la diversidad como valor para el colectivo.
Es imperativo igualar la distribución del poder en nuestro país para que todos los grupos que han sido marginados puedan participar en igualdad de condiciones. Debemos hoy por fin mirar al otro y otra como agentes con iguales derechos, hoy debemos enorgullecernos de la diversidad que caracteriza a nuestros país mediante el reconocimiento a los diferentes pueblos que constituyen nuestra nación, las diversidades sexuales, la interseccionalidad del feminismo y todas aquellas voces que han sido históricamente invisibilizadas.
Creemos firmemente que la diversidad debe ser incluida en las bases institucionales de nuestra nueva constitución.
El futuro es nuestro.
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